EMANCIPACIÓN Y REALIDAD LATINOAMERICANA. Por Jorge Gallo García (*)

• Hábil, el capitalismo se disfraza
• Cambios para que todo siga igual
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Según concuerdan diversos analistas y especialistas en ramas tan diferentes como la sociología, la filosofía, la antropología o la economía, es que los países que conforman el subcontinente conocido como “América Latina” y su eterno círculo de pobreza, radica en que a casi 200 años de consumada la independencia de los imperios europeos, el modelo de desarrollo que han tenido, se ha basado en el eurocentrismo, y se ha dejado del lado un molde que vea las diferentes realidades que se viven en los muchos países de la región.
Siendo el lado contrario de la moneda, el modelo de desarrollo que han llevado algunos países de Asia, donde el molde se basa en un enorme conjunto que son característicos de dicha región, así, Corea del Sur, Singapur, China o India, que son economías pujantes, que obtuvieron su independencia ya entrado el siglo XX, han tenido un crecimiento constante, y que lo han hecho sin romper con su pasado, su cultura y sus ancestrales creencias.
Es decir, planteando un desarrollo para Asia, viendo sus fortalezas y debilidades, para que la planeación sea de acuerdo a lo que se vive y tomando en cuenta a cómo son los que ahí viven.
Cabe preguntarnos, entonces si América Latina cuenta con una población joven en su gran mayoría, tiene recursos naturales que han sido explotados desde la colonia, sigue “las recetas” de organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), ¿por qué seguimos arrastrando problemas ancestrales como la pobreza, la marginación, la injusta distribución de la riqueza o la exclusión social?
Para el doctor Enrique Dussel, uno de los factores que han sumido a América Latina en un círculo vicioso, que gobiernos tanto democráticos como de salvajes dictaduras como las que vivieron los países del cono sur, o con un partido hegemónico como lo fue México con los setenta años de priísmo, no han podido o no han querido resolver, se basa en que la visión de las élites que han gobernado desde la época virreinal, es que la mentalidad se concentra en el eurocentrismo, viendo al desarrollo europeo como el modelo a seguir, a pesar que América Latina es diferente a Europa.
Para el filósofo y catedrático argentino pero naturalizado mexicano, con la conquista de América por parte de españoles y portugueses, los virreinatos solamente fueron vistos como proveedores de materia prima como oro y plata que literalmente fueron robados por los europeos, y que les dio prosperidad a las élites gobernantes y no al pueblo español o portugués; así las élites de europeos y criollos se vieron favorecidos con las condiciones reinantes, sin que las clases populares tuvieran acceso a esa riqueza y desarrollo que esa misma riqueza proveía.
Pero resulta irónico que las clases más desfavorecidas y pobres sean las que producen esa riqueza, ya sea con la mano de obra de jornaleros, mineros u obreros, al ser despojados de sus tierras para la explotación minera y obligados a trabajar en ellas, o con el control de la educación por parte del gobierno y de la fe controlada por la iglesia.
Entonces Dussel, considera que esa riqueza que producen “las periferias”, se mandan y se concentran en unas cuantas manos que controlan “el centro”; quienes al ser los que están en el gobierno, la iglesia y las fuerzas represivas, las condiciones no cambian, sino que se adaptan en un proceso histórico, que a pesar de los cambios, en el fondo siguen igual, dicho en otras palabras, las élites poderosas siguen gobernando pero con otros nombres y en otros tiempos.
El ejemplo de México lo vemos en la conquista, después de la consumación de la independencia, en la reforma, en el porfiriato y así se sigue hasta nuestros días. Los conquistadores españoles pasan a ser encomenderos, luego terratenientes, luego capitalistas, ahora empresarios metidos al gobierno. Siendo que esta situación es similar en muchos países latinoamericanos.
Entonces el capitalismo es inteligente y se disfraza, cambia para que todo siga igual. Enrique Dussel indica que la única forma de realizar un cambio radical, para que ese desarrollo sea de las mayorías, es buscando un desarrollo latinoamericano, que respete los valores, la historia, la cosmogonía y la forma de vida de los habitantes de las diversas regiones.
A esto, él le llama “liberación”, pero ya no en el sentido del colonialismo de los siglos del XVI al XIX, con las armas, sino por medio de la conciencia y el pensamiento, donde el individuo se sienta parte de esa sociedad y no como una pieza más del engranaje que se ha mantenido hasta nuestros días.
De esta forma, el “Nuevo pensamiento latinoamericano”, busca romper con ese pasado colonial que sigue vigente. Asegura que el capitalismo es salvaje, depredador, de ahí que no le importa la deforestación, el uso indiscriminado de los recursos naturales, el cambio climático, la situación de pobreza que obliga a que millones de personas busquen llegar a Estados Unidos o a Europa, con la ilusión de mejorar sus condiciones de vida; lo que en realidad busca el capitalismo es obtener la máxima ganancia sin importar las consecuencias.
Incluso, Dussel ve el desarrollo del virus que ahora tiene en jaque a todo el mundo, el Covid-19, como una consecuencia de este modelo, ya que es natural que con tanto daño al planeta, surjan este tipo de enfermedades que, se ha convertido en pandemia, e incluso, el Covid-19 sea, a los ojos de las grandes farmacéuticas, un gran negocio pues la carrera por crear una vacuna, asegura ganancias millonarias para un consorcio, que más que buscar una cura, la buscan para vender y para controlar la venta y distribución del medicamento, que por supuesto, primero llegará a países ricos y desarrollados, que tengan gobiernos capaces de pagar enormes cantidades de dinero, o bien, la voluntad para endeudarse con los diversos organismos multinacionales.
Finalmente, el teólogo y filósofo, considera que el nuevo pensamiento latinoamericano, llegará a la liberación y emancipación del neocolonialismo, para sentar las bases de un verdadero desarrollo, que se ajuste a la realidad de nuestros países.
(*) Periodista y Maestro/Investigador (UAM-Azcapotzalco)
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