¿POLARIZACIÓN PRESIDENCIAL? NO, SIMPLE JUSTICIA SOCIAL Por Mauricio Morales S*

———- O ———-
Mencionas que el Presidente polariza. No. Simple y sencillamente todos los mexicanos, todos sin excepción, debemos pensar en el bienestar común y no en el propio.
Eso, es egoísmo puro. Porque debemos pensar en el bien común rechazando aquellas prácticas mediante las cuales se obtenían beneficios indebidos.
Aquí la razón de lo que tú denominas polarización. A saber:
Quienes ya no estamos dispuestos a tolerar que nadie tenga un peso que no sea ganado con su trabajo honrado y aquellos que pretenden seguir haciendo dinero mediante la explotación, la corrupción y el tráfico de influencias. Aclaro que dentro del primer grupo tienen cabida quienes ahora tienen un derecho constitucional a recibir apoyos económicos del Estado.
También debo mencionar que nunca admitiremos, quienes apoyamos la 4T, que se doblegue el Presidente bajo la excusa del «diálogo». Esos fascinerosos del CCE (por ejemplo), quisieron retar al Jefe del Ejecutivo Federal, pero se dieron cuenta que tienen las manos ensangrentadas y los bolsillos llenos de dinero malhabido, por lo que mejor decidieron olvidar sus bravatas.
Y saben muy bien que se les está investigando, pero tienen el derecho de acogerse al Principio de Oportunidad que estatuye el Código Nacional de Procedimientos Penales, lo cual no significa impunidad, sino la posibilidad de que un delincuente pueda denunciar a sus mandantes y –entonces- conceder un beneficio superior al Estado para combatir tanto la corrupción como la delincuencia de altos niveles.
Y esto no es un asunto menor, porque la trascendencia de ello se reflejaría para llegar a los cabecillas de la delincuencia organizada que permea en todos los ámbitos de la vida política, económica y social del país y fincarles las responsabilidades civiles, penales y administrativas correspondientes.
Si hablas de propuestas, me remito a una que me consta: el ahora Presidente de la República se reunió con los dueños de los medios poco antes de tomar posesión y les propuso incrementar los salarios de sus reporteros a 15 mil pesos mensuales, como mínimo y no tenerlos bajo la figura de «colaboradores».
Además, les anunció la desaparición de la idiotez de embute mal denominada «publicidad oficial». La respuesta fueron sonoras carcajadas y al salir del lugar de reunión, cuatro de los dueños de estos medios, comentaban: «está pendejo. Vamos a ver si aguanta una campañita durante una semana. Nos va a buscar de inmediato». Y están grabados.
Otra de las respuestas de esos infelices explotadores, fue el despido masivo de periodistas, a fin de hacer creer que por culpa de AMLO ya no tenían recursos para pagarles, en virtud de que les quitó la «publicidad oficial».
Por desgracia, muchos amigos cayeron en el garlito y esto fue aprovechado por las cúpulas empresariales quienes ahora les otorgan «apoyos» (chayo privado), a cambio de atacar un día sí y otro también al mandatario. Y nadie me lo platicó.
Dos buenos amigos me invitaron a colaborar con la “campañana negra” (diríamos los periodistas: en escuadrón) a cambio de una jugosa cantidad. En honor a la amistad que me une a ellos, –y gracias a mis valores paternos y de formación- sólo decline las ofertas, pero tenía ganas de responderles como se merecían. ¿Crees que estos grupos merecen alguna consideración de diálogo?
Que agradezcan la libertad de que gozamos. En épocas de Salinas, Calderón y EPN, seguro ya serían homenajeados en noviembre.
Hermano mexicano, no denostes aquello que es valioso. Los cambios para lograr una mejor convivencia equitativa, siempre serán los mejores. No busques tu beneficio personal a costa de la explotación, ignorancia, marginación y desprecio a quienes tienen menos. Eso, es egoísmo puro.
Un mexicano de cepa, siempre busca el equilibrio con sus congéneres. Andrés Manuel no es un mesías, en el sentido peyorativo que expresan aquellos que anhelan seguir viviendo de corruptelas o dineno malhabido.
El Presidente que tenemos, no es infalible. Es un ser humano. Comete errores y los seguirá cometiendo a través –tal vez- de algún subalterno-, aunque siempre serán menormente sancionables, comparables con las conductas premeditadas de los gobiernos anteriores que impulsadas por intereses mezquinos llevaron a la miseria a millones de mexicanos.
Como corolario a los detractores del Presidente de TODOS los mexicanos:
¿Acaso un gobernante debe enriquecerse a costa de su pueblo? ¡Acaso no es una obligación conjunta terminar con esa desigualdad vergonzosa y vergonzante en que nos encontramos? ¿Acaso no es mejor vivir honestamente y pugnar por un México sin desequilibrios sociales tan abismales? Conste que son preguntas.
A quienes se empeñan en regresar a los sistemas de Gobierno anteriores, sólo les pido que sopesen cuánto más podría soportar el pueblo mexicano la explotación laboral, la ignorancia que ustedes provocaron y la miseria que sumieron a esta gran nación.
Sólo le recuerdo a quienes ahora atacan la Cuarta Transformación, que en dos ocasiones el ahora Primer Mandatario nos pidió cambiar la historia cíclica del país: en 1810 se dio la Independencia Nacional; en 1910, llegó la Revolución Social Mexicana. En 2010, un gran hombre, Andrés Manuel López Obrador, impidió un nuevo derramamiento de sangre.
¿Fueron afectados tus intereses o de tus patrones o de tus familiares por este nueva sistema de Gobierno? Lo siento. Nunca volveremos a permitir que nadie sea corrupto.
(*) Abogado y Periodista
———- O ———-

Deja un comentario