DÍA ELECTORAL CLAVE EN MÉXICO. Por Fidel Carlos Flores C*

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NIP 5/06/21 (23:30 hr) CDMX. Iniciemos por la numeralia, se trata de una elección clave, donde están habilitados más de 90 millones de mexicanos y en juego –aproximadamente- 20 mil cargos, la mitad de las actuales gubernaturas y 500 Diputados. Todo en conjunto definirá contundencia, fortaleza y tiempos en políticas públicas del gobierno actual.
Desde que tengo uso de razón en elecciones, recuerdo a José López Portillo (sexenio 1976-82) y sus vericuetos de moralina extrema, la popularización de sobres con dinero (chayote) y la publicidad gubernamental para sesgar opiniones. De hecho, fue López Portillo quien acuñó la frase “No pago para que me peguen (sic)”. En la actualidad estos escenarios fueron cambiando debido a factores exógenos, endógenos y al impulso de la tecnología virtual.
Pero repasemos la secuencia histórica: El país atravesó décadas y décadas de una democracia simulada, luego se implementaron tratados y un neoliberalismo a rajatabla. La violencia, el narcotráfico y los asesinatos aumentaron (Ej. Asesinato de un Cardenal en 1993, de un candidato presidencial en 1994 y ni hablar de indígenas, periodistas y ciudadanos). La onda expansiva (mezclada de impunidad, corrupción y agandalle) fue devastadora y letal, desde aquellos años amenazando el tejido social.
Por lo anterior, cuando leo editoriales y análisis donde se remarca a la violencia como si hubiese aparecido recientemente o en los últimos años, (ojo) sin mencionar contextos y círculos viciosos, además de frases como “según el registro de prestigiosas consultoras internacionales, etc” llama la atención el mensaje con cierto sesgo.
La sentencia “lo viejo no acaba de morir y lo nuevo de nacer” tiene amplio significado en la circunstancia que México atraviesa, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador en plena pandemia y sin haber contraído deudas, logró cobrar impuestos a grandes contribuyentes, aumentar el salario mínimo y con austeridad lleva adelante mega obras e intenta cambios que atenúen desigualdad y pobreza heredadas.
Y si, hay que reconocerlo atravesamos una polarización entre quienes buscan una transformación, y otros un regreso al pasado privilegiado. Quizás ambos sectores estén convencidos de que su idea de nación sea la que conviene a todos. En democracia tienen razón, salvo que cada quien habla de un país absolutamente distinto al de su interlocutor.
En este marco se confrontan ambas visiones, el partido (Morena) de López Obrador buscará conseguir una mayoría calificada en la Legislatura, que le permita realizar cambios constitucionales sin necesidad de oponentes.
En la última semana analistas opositores afirmaron que otorgar concentración de poder al presidente (a quien califican de dictador y autoritario), hará daño al país, porque se pone en riesgo el sistema democrático.
Ahora bien, el voto es libre pero –considero- que un periodista como cualquier ciudadano tiene simpatías políticas, por tanto sus audiencias deben conocer sus preferencias. Un comunicador no debe ocultarse detrás de una falsa neutralidad, como muchos presentadores de noticias, lideres o intelectuales, lo hacen.
Existen contradicciones en el gobierno de López Obrador y su partido, estas deben corregirse. Sin embargo, cuando comparo sus acciones, con la de sexenios pasados, definitivamente respaldo al actual, por visibilizar más a los frágiles y olvidados de un sistema depredador. Es decir, hay que entender que lo que está en juego es mucho más significativo. Por otro lado, no debe desaparecer la autocrítica, ni fiscalización.
Finalmente, estamos viendo ante nuestros ojos el nacimiento de un nuevo sistema de partidos y reacomodo de poderes. Algo inédito e histórico.
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Periodista (EPCSG) y economista (UAM-Azcapotzalco)